AMY WINEHOUSE

14/9/1983 - 23/7/2011

Hoy he recibido una noticia mala. Amy Winehouse, mi cantante femenina favorita, mi niña, mi pequeña, mi preciosa mujer, ha muerto.
Es lamentable que yo tenga que morirme sin verla cantar en directo, es lamentable que alguien dotada de un gran talento malgaste su vida de una forma tan vulgar.
Pero, a pesar de todo, siempre, y repito SIEMPRE va a formar parte de mí, SIEMPRE me quedarán sus canciones, sus fotos y sus vídeos. Echaré de menos esperar con ansias un disco nuevo, echaré de menos quejarme de su salud. La echaré de menos a ella, aunque no la haya visto nunca en persona, aunque no la conozca, pero es muy de echar de menos. La quiero.

Me acuerdo

Cuando te gustaba hablar conmigo.
Cuando me decías que la próxima vez querías verme con gafas.
Cuando dejaba mi perfume entre tus sábanas.
Cuando nos fumábamos un cigarro después de besarnos.
Cuando tu boca estaba fría por la Heineken.
Cuando te acordabas de mí por las noches y me llamabas.
Cuando me enviabas mensajes.
Cuando me animabas en los momentos de bajón.
Cuando me preguntabas si me gustabas.
Cuando estábamos en tu casa.
Cuando decías que si quería ver una peli y yo te decía que no.
Cuando podía decidir la música.
Cuando sonaba 'Love will tear us apart'.
Cuando nos quedábamos abrazados sin decir nada.

Echarte de menos no entraba en mis planes.

Pero tampoco entraba el hecho de conocerte y averiguar el sabor de tu boca. Ni tampoco tenía que ocurrir que siguiéramos en contacto, porque así lo único que consigo es recordarte, recordar que tu boca estaba caliente por la calor que estábamos pasando, recordar que nuestro sudor acabó siendo uno, mezclado con el sudor de otros, pero el importante era el nuestro. Recordar que hubo un momento en que te perdí y me fijé en otro, pero, al fin y al cabo, él no podía darme lo que tú me dabas.

Eres único en tu clase pero a la vez muy parecido a todos los demás. Éramos extranjeros en una ciudad que no era la nuestra. Éramos esclavos del rock'n'roll, el que nos llevó a conocernos y el que nos llevó a separarnos. Ahora, cada uno en su ciudad, cada uno con los suyos. Yo te echo de menos, tú... lo dudo (que me eches de menos). Fue bonito, fue diferente, fue como un sueño.

Por último, decir que eres tonto, y eso me convierte a mí en tonta, y que pienso en ti cuando veo a las parejas por la calle y me doy cuenta de que tú estás a 7 horas en coche, pero ninguno de los dos tiene coche.

Que te quiero, de eso no hay duda. Espero que me quieras, o que nos queramos bien algún día.

ALMOST EASY



Escrito el 7/7/11. Cuando aún me parecías divertido e interesante. Hasta que se rompió la magia. Pero creo que tenía que ser publicado.

Tengo 19 años.

Bueno.
Tengo 19 años y me acabo de dar cuenta de que los hombres no merecen la pena.
Tengo 19 años y me he dado cuenta que a veces te tiene que doler el corazón, pero solo a veces, no siempre como me pasa a mí.
Tengo 19 años y creo que cada vez que conozco a un chico y las cosas van bien llega algo que lo tuerce.

Siento que todo lo que hago es nulo. Quiero decir, yo intento que las cosas vayan bien, doy todo lo que puedo y más por algo que sé que no va a durar ni va a ser para siempre, pero creo que va a merecer la pena, aunque sea por un tiempo. Pero no.
No merece la pena nada.
No merece la pena luchar.
No merece la pena seguir intentando cosas que no van a ninguna parte.
No merece la pena darlo todo, porque al final no consigues nada.
Simplemente nada merece la pena.

Los humanos vivimos de ilusiones. Creemos que todo lo que queremos lo vamos a conseguir, pero algunas cosas se nos escapan de las manos.
No podemos conseguirlo todo por mucho que lo intentemos.
Y hay días en la vida, como hoy, que cuando algo o alguien te decepciona piensas que nada merece la pena y que tienes que dejar de intentar hacer las cosas.
A veces pienso que lo mejor que podría hacer sería ser como una amiga mía. No le importan los chicos, no le importa nada. Vive el momento. Yo vivo el momento, de verdad, pero hay algo que me impide que ese momento sea pleno.

En definitiva, parece que esto me guste. Que me guste sufrir, pasarlo mal, llorar por los chicos. Parece que tenga un radar para atraer a lo peor, para atraer a lo que me va a hacer daño.
Fito dijo:

Si no puede hacerte daño no te hará feliz.

Y puede que tenga razón, pero no lo sé. Porque a mí solo me hace daño, y cuando duele tengo tendencia a parar y sufrir en silencio, llorar un tiempo y acabar olvidándome. Y así SIEMPRE.









Quiero un chico que convierta mis lágrimas en sonrisas, que haga que salga el sol cuando tenga un día gris. Que me alimente con besos en vez de con disgustos. Que cada día sea una aventura nueva. Que cuando aparezcan problemas él me ayude a afrontarlos, que no deje que me absorban. Necesito alguien a quién entender y que me entienda. Que cuando lleve el pelo mal o tenga el día más feo del mundo me diga que soy bonita, que me quiere y que no se fijará nunca en nadie más.