Relactionships

Ahora lo pasamos bien hablando. Pero solo chateamos. Luego nos volveremos a encontrar por la calle y nos saludaremos. Algún día quién sabe si quedaremos a solas para tomar algo. Me invitarás a un té, o a una coca cola, y yo estaré tan nerviosa que no sabré que decirte ni a dónde mirar(te). Quizás me fume un cigarro (o dos) y te tiraré el humo a la cara, sin querer. Seguramente toserás y me dirás que deje de fumar porque es muy malo, y que tú no lo haces. Yo te diré que algún día lo dejaré porque me quita mucho dinero de la cartera. Nos reiremos por cumplir. Puede que tu pie roce mi pierna en algún momento y al darte cuenta lo retirarás rápidamente y te sonrojarás, y ver tu cara blanquita sonrojada debe de ser muy divertido. Cuando vea tu mano encima de la mesa la acariciaré para darte a entender que me gustas, entonces me besarás en la terraza del bar, entre los niños, las palomas y los abuelos. Querremos conocernos más y más y quedaremos otras veces. Al final es posible que nos acabemos enamorando y que decidamos tener algo más de lo que tenemos, es decir, que quieras ser mi novio y yo quiera ser tu novia. Pasearemos de la mano por los parques, iremos al cine los domingos. Me presentarás a tus padres y yo a los míos. Y nos uniremos y llegaremos al estado de éxtasis que tanto ansiábamos con la mirada, pero llegaremos a sentirlo con el cuerpo entero. Vendrás a verme al instituto y te quedarás conmigo en las horas libres, regalándome caricias y besos atentos a las miradas de los alumnos. Y quién sabe si llegará el momento en que acabe aborreciendo tus caricias, tus abrazos y tus besos. Y tú pienses que mi vida es aburrida y necesitas alguien que te de la música que yo no te puedo dar. Que no sienta nada cuando me toques (a mí y a la guitarra), y que el ruido de los coches sea más agradable que escucharme hablar sobre mis problemas. Ese día empezarán las peleas, los gritos y los insultos. Los no tengo ganas de verte, para acabar con un no te quiero, hasta aquí hemos llegado. Terminaremos la relación y no nos querremos volver a ver. No nos volveremos a hablar nunca más y, con el tiempo, nos acordaremos de nuestra historia y nos reiremos. Nos volveremos a saludar si nos vemos por la calle y a lo mejor intercambiamos un par de palabras. Y así sería nuestra relación.